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Primeras estimaciones demográficas para 1999
Las estimaciones de EUROSTAT sobre la evolución durante 1999 sitúan una población de la Unión Europea a 1 de Enero del año 2000 de 376'4 millones de personas, lo que significa un crecimiento superior a los dos últimos años (512 y 549 millones en 1997 y 1998 respectivamente) dentro de una tendencia a largo plazo que se ha ido ralentizando, ya que desde que se alcanzaron en 1953 los 300 millones de europeos el primer incremento de 25 millones de habitantes tardó en alcanzarse 10 años, 13 el segundo y 22 el tercer crecimiento de 25 millones de europeos.
La evolución de las defunciones no ha tenido a nivel europeo durante 1999 ninguna sorpresa ya que se mantienen estabilizados los niveles absolutos de defunciones (3'73 millones) fruto de dos tendencias que trabajan en sentido contrario pero que se equilibran por el momento: el proceso de envejecimiento de la estructura por edades tiende a provocar un incremento de las defunciones absolutas y por otra parte el descenso de las tasas de mortalidad de los distintos grupos de edades (aumento de la esperanza de vida) tiende a hacer descender los fallecimientos.
La evolución de los nacimientos vuelve a ser significativa ya que descienden un 5 por ciento respecto a 1999 para el conjunto de la Unión Europea a pesar de la ligera recuperación que se había registrado en 1998 y esta es la primera novedad de las previsiones para 1999.
Pero quizá lo mas significativo es el incremento de la migración neta (inmigraciones menos emigraciones) que alcanza 717.000 personas durante 1999, cuando durante los años 1997 y 1998 tenía unas cantidades menores (512.000 y 549.000 personas respectivamente).
Como suele ser habitual la situación de los diferentes países es muy dispar, reflejando en el siguiente cuadro una clasificación establecida a partir de la tasa bruta de natalidad (hubiera sido mejor disponer del indicador coyuntural de fecundidad que elimina el componente de estructura por edades) y de la tasa de migración neta (aunque esta es el resultado de dos fenómenos, inmigración y emigración, que tienen diferentes componentes e interpretaciones).
El mayor dinamismo demográfico se sitúa en un conjunto de países localizados en la periferia nórdico-occidental (Noruega, Islandia e Irlanda) al que se añade Luxemburgo, que tiene los mayores indicadores de flujos migratorios. Esta dinámica, generalmente cualificada como positiva, tiene unas inevitables contrapartidas a medio plazo en relación con los problemas de desequilibrio de la estructura por edades así como en la integración de flujos migratorios que son muy importantes en comparación con el tamaño demográfico de los países considerados.
La coyuntura mas equilibrada (en relación con el patrón europeo) de dinámica demográfica se sitúa en el cuarteto Dinamarca, Reino Unido, Holanda y Francia. Dentro de este grupo Dinamarca y Francia representan los mayores dinamismos demográficos internos debido a fecundidad no tan baja. En el Reino Unido y Holanda tienen la situación mas centrada respecto a la media europea basada en aportes inmigratorios moderados y fecundidad de niveles intermedios.
Clasificación de los países europeos según su natalidad y migración neta en 1999 de acuerdo a las previsiones de EUROSTAT. |
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Tasa de migración neta por mil habitantes (intervalos en relación con la media europea: 1'9) | Tasa de natalidad por mil habitantes (intervalos en relación con la media europea: 10'6) | ||
Alta (mas de 11'7) |
Media (11'7-9'9) |
Baja (menos 9'9) |
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Alta (mas de +3'8) |
Noruega Islandia Irlanda Luxemburgo |
Reino Unido | |
Media (+3'8 a +1'6) |
Dinamarca | Holanda | Alemania Italia |
Baja (menos +1'6) |
Francia | Finlandia Suecia Bélgica Portugal Grecia |
Austria España |
Países con crecimiento vegetativo negativo | |||
Fuente:"Statistics in focus", Theme 3 Population and living conditions, 15/1999 |
Austria y España se caracterizan por un débil flujo inmigratorio y una situación de fecundidad fuertemente deprimida, siendo curiosa la asociación que se ha producido en la tipología descrita entre el país alpino y España. Nuestro país por otra parte se turna desde hace una década con Italia en los primeros puestos europeos y mundiales de permanencia en suelos reproductivos nunca conocidos en períodos no bélicos.
Con una fuerte depresión de la natalidad los vecinos nórdico-orientales Finlandia y Suecia, los extremos mediterráneos Grecia y Portugal y los anfitriones de la capital administrativa europea (Bélgica) presentaron una coyuntura demográfica basada en la baja natalidad, pero con flujos migratorios de una cierta intensidad, que además en el caso de Suecia han evitado que el país registrara crecimiento vegetativo negativo.
Alemania e Italia presentan la situación demográfica endógena mas deteriorada como lo indica su crecimiento vegetativo negativo, forzado especialmente en el caso de Italia por una bajísima fecundidad. Alemania afronta esta situación desde una estructura de edades algo mas envejecida y sus niveles agregados de fecundidad están especialmente determinados por la fortísima y prolongada depresión de la fecundidad en la antigua Alemania del este (con indicadores que dejan pálida la situación española e italiana).
Las estimaciones de EUROSTAT son un magnífico ejemplo de sistema de trabajo en el que se facilita información aproximada de la evolución, muy cercana en el tiempo, que aprovecha los últimos indicadores disponibles en cada caso y que se repite con periodicidad y es esperable que el trabajo se extienda pronto a la disposición de indicadores coyunturales intensidad de los fenómenos demográficos que no estén afectados por la diferente estructura por edades de los ámbitos considerados.
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