El Consejo de Europa y Eurostat, Oficina Estadística de las Comunidades Europeas en
Luxemburgo, han publicado un informe que lleva por título: "Primeros resultados de
la encuesta demográfica en Europa para 1999". En él se destacan los siguientes
puntos:
- El uno de enero de 2000 vivían en la Unión Europea 375.967.700 habitantes es decir,
989.200 personas más, lo que supone un incremento del 2,6% respecto de 1999.
- Este aumento de la población se ha producido en todos los países de la U.E. aunque los
motivos han sido distintos.
- Si se contempla el crecimiento total de la población desde el incremento natural
(nacimientos menos defunciones) y el saldo migratorio (diferencia entre el número de
inmigrantes y el número de emigrantes), hay que tener presente el papel que ha jugado la
inmigración en estos resultados ya que de los nuevos residentes (cerca de un millón) tan
sólo el 28,1% se debe al incremento natural mientras que el 71,9% restante es producto
del saldo migratorio.
- La estabilidad política y económica y las expectativas de un trabajo para mejorar las
condiciones de vida de origen están atrayendo a emigrantes europeos que provienen,
principalmente, de Ucrania, Polonia y Albania.
- En 1980 el incremento natural era de 2,5 personas por mil habitantes, cifra que ha
descendido al 0,7 por mil habitantes en 1999. El saldo migratorio, en cambio, ha
aumentado, pasando del 1,7 por mil habitantes en 1980 al 1,9 por mil habitantes en 1999.
- Las explicaciones al descenso del incremento natural se pueden sintetizar en una bajada
de la natalidad y aumento de la mortalidad al tener una población más anciana.
- Francia, Irlanda, Holanda y Finlandia son los únicos países de la Unión Europea donde
el incremento natural de la población supera al saldo migratorio en términos absolutos.
- En Alemania, Grecia, Italia, Austria y Suecia, en cambio, fallecen más personas de las
que nacen pero, a pesar de todo, sus poblaciones han aumentado debido, exclusivamente, a
la inmigración.
- España, exceptuando a estos cinco países, es la nación de la Unión Europea donde el
peso del saldo migratorio respecto al crecimiento total es mayor, representando un 83,5%
de la población nueva.
- Alemania es el país de la Unión Europea donde el movimiento migratorio, en términos
absolutos, ha sido mayor (algo más de 200.000 personas) aunque, paralelamente, también
es la nación donde la diferencia entre nacimientos y defunciones ha sido más negativa
(descenso neto de 77.000 personas).
- En el polo opuesto se encuentra Francia, siendo la nación con mayor incremento natural
(superando las 200.000 personas) y en el que menos pesa la inmigración respecto del
crecimiento total, con una representatividad del 19,8%. Francia es el país de la Unión
Europea que, en términos absolutos, ha sufrido el mayor crecimiento en el último año,
superando, en conjunto, los 252.000 habitantes.
- Si se analiza ahora el incremento relativo de la población, se obtiene que es
Luxemburgo el país que tiene las tasas más elevadas. En efecto, en el último año ha
crecido un 15 por mil. De esta cifra un 10,9 por mil se debe al saldo migratorio y un 4,1
por mil al incremento natural. Le sigue Irlanda, con subidas del 10,76 por mil y Holanda,
donde el aumento ha sido del 6,59 por mil.
- Entre los países cuyas poblaciones han aumentado menos se encuentran Suecia, Austria e
Italia, con subidas del 0,8 por mil; 1,11 por mil y 1,16 por mil respectivamente, y,
ambas, con un crecimiento natural negativo. En España el incremento de la población se
ha situado en el 1,2 por mil y el crecimiento natural ha sido el sexto más bajo (del 0,2
por mil) dentro de la Unión Europea.
- Con respecto de la natalidad, Alemania, Italia, España, Grecia, Portugal y Suecia son
los países con tasas brutas por mil habitantes inferiores a la media de la Unión
Europea, produciéndose en todos ellos, salvo en España, un crecimiento natural negativo.
- Son Irlanda, Luxemburgo, Holanda y Francia las naciones con mayores tasas de natalidad,
superando en todos los casos el 12,6 por mil, cuando la media en la U.E. está en el 10,7
por mil.
- El fenómeno entre el número de matrimonios celebrados y el de nacimientos ocurridos
está muy relacionado en los países mediterráneos como Grecia, Italia y España, donde
los hijos nacidos fuera del matrimonio apenas superan el 4%, el 8,7% y el 13,1%,
respectivamente, a pesar de haber aumentado el número de divorcios y reducirse el de
matrimonios. En Suecia, sin embargo, se da la tasa de nupcialidad más baja de la Unión
Europea y es donde se producen más hijos fuera del matrimonio.
- Para estos tres países hay que formalizar la pareja en el juzgado antes de comenzar a
tener hijos, no obstante, tanto España como Italia y Grecia tienen las tasas de
fertilidad más bajas de la U.E. Al otro lado de la balanza se encuentran Irlanda y
Francia, superando ampliamente la media de Europa.
- Desde 1980 se ha producido un menor número de matrimonios y un aumento de los divorcios
en todos los países miembros, salvo en Dinamarca, donde se ha producido el fenómeno
opuesto y en Irlanda, donde la figura del divorcio no está legalizada.
- La esperanza de vida en el momento del nacimiento en la Unión Europea se sitúa en los
80,9 años para las mujeres y en 74,6 años para los hombres, una diferencia de 6,3 años
cuando en 1980 esta diferencia era de 6,7 años.
- Es en España donde las mujeres son más longevas (82,5 años), seguidas de Francia
(82,3 años). Los países donde los hombres tienen, a priori, mayor esperanza de vida son
Suecia (77,1 años) Grecia, Italia (ambos con 75,5 años) y, en cuarto puesto, España
(75,3 años).
- Las europeas cuya esperanza de vida se alejan más de la media son las danesas (78,8
años) y portuguesas (78,9 años). Dinamarca, no obstante, ocupa la primera posición en
cuanto a la tasa bruta de mortalidad por mil habitantes y Portugal, la segunda. Los
países europeos donde los varones tienen menos esperanza de vida son Irlanda (73,5
años), Finlandia (73,7 años) y Luxemburgo (73,7 años).
- Comparativamente, en los Estados Unidos de América la esperanza de vida al nacer se
sitúa en 79,7 años para las mujeres y 74,1 años para los hombres; en Japón, 83,9 años
para las féminas y 77,4 años para los varones; en la India las cifras bajan hasta los
62,7 años para las mujeres y 61,5 años para los hombres y, finalmente, en China la
esperanza de vida de las mujeres se sitúa en los 73 años y en 69,3 años la de los
varones.
Como resumen, resaltar el crecimiento moderado de la población de los países miembros
de la Unión Europea; que ese incremento de debe, principalmente, al aumento de la
inmigración y no tanto al saldo entre nacimientos y defunciones; que los matrimonios han
descendido un 14,7%; que los divorcios han aumentado cerca del 37%; que se reduce la
diferencia en la esperanza de vida entre hombres y mujeres y que la Unión Europea ha
contribuido al incremento de la población mundial en un 1,3%.