La estadística de matrimonios ha cambiado con el paso de los años el sentido de sus objetivos tradicionales: la cuantificación de la formación de nuevos hogares y la estimación a corto plazo de los nacimientos de orden 1. Las nuevas pautas en la formalización de las parejas, la planificación de la fecundidad cada vez más desligada de la nupcialidad, y la mayor movilidad territorial de los contrayentes, hacen que la estadística de matrimonios haya que mirarla con nuevas perspectivas que seguramente hagan insuficiente la tradicional estadística.

Con estos condicionantes presentes, observamos que en 2003, 29.321 hombres y 28.840 mujeres madrileñas contrajeron matrimonio, prácticamente el mismo número de personas que durante 2002 (29.323 hombres y 28.866 mujeres), lo que hace que con una población más numerosa, las tasas brutas de nupcialidad bajen respecto al año anterior hasta situarse en el 10,53 y 9,67 por mil en 2003. De entre ellos, para el 92% de los hombres y el 94% de las mujeres fueron sus primeras nupcias.

La edad media al matrimonio de los madrileños fue en 2003 de 32,38 años para esposos y de 30,45 para esposas, lo que supone un retraso de más de dos años respecto a las edades medias de hace 10 años, y más de cuatro respecto a las de hace 20 años. En los matrimonios de solteros la tendencia es la misma, aunque las edades medias son un poco mas bajas, 31,14 y 29,74 años para hombres y mujeres respectivamente.

Respecto al volumen de matrimonios, hay que hacer una distinción entre donde se inscriben (celebran) y donde fijan su residencia. No es una cuestión menor, puesto que casi un 20% de los matrimonios que fijan su residencia en nuestra Comunidad están inscritos fuera de ella, a la vez que algo más del 4% de los que se inscriben en la Comunidad de Madrid fijan su residencia fuera. Hay que tener en cuenta que en el 10% de los matrimonios que acaban viviendo en la Comunidad de Madrid, al menos uno de los dos cónyuges no residía antes del matrimonio en la misma.

Si nos referimos a los matrimonios inscritos en nuestra Comunidad (25.028 matrimonios), hemos de decir que es la cifra más baja de los seis últimos años, con pequeñas oscilaciones desde 1980. Esos matrimonios tienen una clara evolución en cuanto a la forma de celebración, puesto que se ha pasado del 8,4% de matrimonios exclusivamente civiles en 1980, al 37,7% en 2003, cuatro veces y media más en términos relativos en 23 años, casi 1,3 puntos anuales.

Por último cabe destacar el aumento significativo de los matrimonios en los que uno de ellos tiene nacionalidad extranjera. En 2003, casi el 11% de los matrimonios registrados en nuestra Comunidad que fijó su residencia en ella eran de este tipo, a los que hay que añadir otro 5% de matrimonios con ambos cónyuges extranjeros, lo que hace que el matrimonio entre españoles se haya reducido al 84% de todos los matrimonios.