Informe trimestral de coyuntura Primer segundo de 1999

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Informe trimestral de coyuntura
Segundo trimestre de 1999

Durante el segundo trimestre de 1999 la economía madrileña continuó mostrando un elevado dinamismo, lo que redundó de forma muy positiva en el mercado de trabajo al mantenerse el fuerte ritmo de crecimiento del empleo alcanzado el trimestre anterior que provocó un retroceso notable de la tasa de paro regional, hasta situarla en el 12.9 por cien de la población activa.

Todos los sectores productivos madrileños contribuyeron a la creación de empleo en este periodo. El mayor dinamismo corresponde a la construcción, que alcanza mayor crecimiento de la actividad y del empleo que el resto de los sectores impulsado por la edificación de viviendas y por la ejecución de obras públicas. La industria madrileña mantiene un ritmo de crecimiento ligeramente superior al conjunto de la industria española, según reflejan los resultados de las encuestas de coyuntura industrial que elabora el Ministerio de Industria y Energía, y alcanzó un notable aumento del empleo en el segundo trimestre, que la EPA cifra en 11.400 ocupados (3.6 por cien frente al periodo anterior).

Los servicios de mercado prolongan su evolución expansiva, apoyados principalmente por el comercio minorista, la hostelería, las ramas financieras y de seguros, y los servicios prestados a las empresas. En las actividades de transportes se ha moderado el ritmo de crecimiento en el segundo trimestre al igual que en las relacionadas con el turismo, aunque en este último sector los datos posteriores, correspondientes a los meses de verano, apuntan a un mayor dinamismo en el tercer trimestre.

Los servicios no destinados a la venta contribuyeron al crecimiento del producto regional, según se desprende de la evolución del empleo en el sector público, que ha aumentado de forma notable en los dos primeros trimestres de 1999 quebrando la tendencia descendente de los dos años anteriores, según la EPA.

El crédito bancario concedido a las empresas y familias madrileñas aceleró el crecimiento en el segundo trimestre hasta alcanzar una tasa de 19.5 por cien frente al mismo periodo del año anterior. La importación de mercancías con destino a la Comunidad de Madrid intensificó el ritmo de crecimiento de forma muy notable en el bimestre abril-mayo, en el que registró un avance del 24.9 por cien en tasa interanual. Ambos indicadores reflejan un aumento del dinamismo de la demanda interna regional en este periodo.

El consumo privado continúa mostrando una evolución muy firme apoyado, principalmente, por la compra de bienes duraderos (automóviles y equipamiento del hogar) y por el gasto en servicios de ocio (turismo, hostelería, etc.). La formación bruta de capital fijo muestra mayor dinamismo en el componente de construcción que en bienes de equipo, pero se observa en este último una trayectoria de aceleración en los meses transcurridos del año actual.

Las exportaciones con origen en la Comunidad de Madrid presentan un crecimiento moderado en los cinco primeros meses de 1999, cifrado en el 5.0 por cien interanual, que representa una recuperación frente al cuarto trimestre del año anterior y una evolución más positiva que la registrada en el conjunto nacional (la exportación española descendió un 1.0 por cien en el mismo periodo).

En el segundo trimestre se inició moderadamente el repunte inflacionista que siguió desarrollándose en el tercer trimestre, provocado por la subida del precio del petróleo y por la presión del consumo sobre determinados bienes y servicios. El crecimiento medio de los precios de consumo se situó en 1.8 por cien interanual en el segundo trimestre en la Comunidad de Madrid, frente al 2.3 por cien en el conjunto de España.

La economía española alcanzó un crecimiento tendencial del PIB del 3.6 por cien interanual en el segundo trimestre, igualando la tasa obtenida en el trimestre anterior; sin embargo, en términos brutos se aceleró el crecimiento pasando de una tasa interanual de 3.2 por cien en el primer trimestre a 3.6 por cien en el segundo. Por sectores, el mayor crecimiento corresponde a la construcción (11.4 por cien) y a los servicios (3.7 por cien); la industria mantiene la pauta desacelerada y crece un 1.4 por cien y la agricultura intensifica su evolución negativa y decrece un -6.0 por ciento. Desde la óptica de la demanda destaca el elevado crecimiento de la inversión (11.5 por cien), que se ha acelerado en este trimestre, y del consumo final de los hogares, que aumenta un 4.2 por cien en tasa interanual, una décima menos que el trimestre anterior. En conjunto, la demanda interna creció un 5.3 por cien y la contribución del sector exterior al crecimiento del PIB trimestral continuó siendo negativa, cifrándose en -1.7 por cien.

En el marco de la Unión Europea, un aspecto relevante fue la bajada en abril de medio punto del tipo de interés del eurosistema, del 3 al 2.5 por cien, destinada a reactivar la demanda interna en Alemania y en otros países de la zona del euro. La evolución del PIB en la zona euro muestra una trayectoria desacelerada a lo largo de 1998 y del primer semestre de 1999 que ha reducido paulatinamente las tasas interanuales de crecimiento desde el 3.6 por cien en el primer trimestre de 1998 hasta el 1.6 y 1.5 por cien, respectivamente, en los dos primeros trimestres de 1999, que contrastan con el elevado crecimiento de la economía española en los mismos periodos.

Las perspectivas de la economía europea apuntan a una recuperación del crecimiento en la segunda mitad del año actual, según recoge el boletín mensual de agosto del Banco Central Europeo. La mejora de expectativas sobre la actividad económica contribuyó a frenar la tendencia descendente del tipo de cambio del euro, que se interrumpió a mediados del julio iniciando una etapa de recuperación que se ha visto favorecida por el debilitamiento del dólar.

En el resto del mundo hay que señalar la fortaleza de la economía norteamericana, aunque mostró ciertos signos de desaceleración, los resultados contradictorios que ofrece la economía japonesa, que ha detenido el declive de la actividad pero no muestra indicios firmes de recuperación, a diferencia de los países emergentes de Asia Oriental, donde se está produciendo una reactivación económica. En Latinoamérica las perspectivas han mejorado solo ligeramente.