El Producto Interior Bruto (PIB), según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada por el INE, ha experimentado un crecimiento del 2,1% en el cuarto trimestre de 2002 respecto al mismo periodo del año anterior en términos reales (datos corregidos de estacionalidad y calendario).

La tasa, tres décimas superior a la del trimestre precedente, fija el crecimiento de la economía española durante el 2002 en el 2%, siete décimas inferior a 2001.

La tasa de variación intertrimestral se sitúa en el 0,3%, frente al 0,8% del tercer trimestre.

Desde la perspectiva de la demanda se observa una aportación más expansiva de la demanda interna (2,7% frente al 1,9% del trimestre anterior), mientras que la demanda externa disminuye su aportación en 0,5 puntos en el tercer trimestre del año.

El gasto en consumo final de los hogares (1,8%) ha experimentado un crecimiento de tres décimas respecto al trimestre anterior y el gasto en consumo final de las AAPP se sitúa en el 4% frente al 3,7% del segundo trimestre.

La formación bruta de capital (2,5%) mejora su trayectoria con un crecimiento superior a la del trimestre anterior en nueve décimas.

Las exportaciones y las importaciones presentan un crecimiento acelerado con valores del 6% y del 7,4% respectivamente, frente al 4,2% del trimestre anterior.

Como resultado de la agregación de los cuatro trimestres, la demanda interna experimentó una reducción de 0,5 puntos su contribución al crecimiento en el año 2002, causada por la desaceleración de la demanda de gasto en consumo final y de la inversión en capital fijo

En términos de producción, las ramas primarias muestran una tasa de variación interanual negativa (-5,7%), mientras que el resto de las actividades ofrecen valores positivos: la industria se sitúa en el 2,4% confirmando el cambio de tendencia apuntado en los dos trimestres precedentes, los servicios (2,2%) presentan un perfil acelerado y la construcción se sitúa en el 4,8 frente al 5,6% del trimestre anterior.

Para el conjunto del año, todas las ramas de actividad presentan un perfil desacelerado, destacando los valores negativos de las ramas agraria y pesquera (-2,1%), seguidas de la industria (-0,5%). La construcción y los servicios, por el contrario, mantienen tasas de crecimiento positivas (4,9 y 2,2% respectivamente).

La evolución del empleo ocupado, medido por el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, presenta una tasa de variación interanual del 1,1% frente al 1,3% del periodo anterior. La desaceleración es principalmente resultado de la evolución de la tasa en las ramas de la construcción y de los servicios de no mercado (0,8% y 1,3% respectivamente frente al 1,4% y 2,2% del trimestre anterior).

La creación de empleo en 2002 se estima en 203.000 puestos de trabajo, con una trayectoria desacelerada a lo largo de los cuatro trimestres y un crecimiento agregado del 1,3%, más de un punto inferior al de 2001.