Este boletín incluye los acontecimientos ocurridos hasta el último trimestre de 2004 inclusive, por tanto completa los de ese año, aunque de manera provisional, a falta de los acontecimientos ocurridos fuera de la Comunidad de Madrid de personas residentes en nuestra Comunidad. No obstante, debido a una aceleración en los procesos de recogida, grabación y tratamiento de los boletines estadísticos, tanto por parte del INE como de la Comunidad de Madrid hacen que, excepto para los acontecimientos ocurridos fuera del ámbito de nuestra Comunidad, los resultados se encuentren en un estado muy avanzado de finalización y su grado de fiabilidad muy alta. A la espera de los resultados definitivos, la situación que apuntan los datos puede resumirse en: más nacimientos, menos defunciones y parecidos matrimonios. Vamos a ver con un poco de detenimiento lo más destacado de cada uno de los acontecimientos.

            El número de nacimientos de madres residentes en el año 2004, se estima en 70.310 nacidos, lo que supondría un aumento en más de tres mil nacidos respecto a los de 2003, e incrementa provisionalmente la tasa bruta de natalidad al 11,89 por mil, un cuarto de punto por encima de la de 2003, la tasa general de fecundidad alcanza los 43,49 por mil (42,13 en 2003), y el índice sintético supera los 1,35 nacidos por mujer, situación equivalente a la vivida a finales de los años ochenta.

            Las edades medias de las madres madrileñas al nacimiento de los hijos sigue retrasándose en esa evolución observada desde 1980, y que acumula desde entonces más de 3,5 años para el conjunto de los nacimientos, y casi cinco años para la llegada del primer hijo, alcanzando para 2004 los 31,7 y 30,3 años respectivamente.

            La proporción de nacidos de madres extranjeras respecto al total de nacimientos sigue aumentando, de manera que uno de cada cinco nacimientos ocurridos en 2004 fue de madre extranjera (19,99%), fundamentalmente de madres americanas (55,7%), aunque ha disminuido su peso en dos puntos respecto a 2003, a favor de las europeas no comunitarias (+ 1,12 puntos), asiáticas (+ 0,73 puntos) y africanas (+ 0,56 puntos).

            Una evolución similar sigue la proporción de nacidos fuera del matrimonio, que en 2004 se dio en uno de cada cuatro nacimientos (25,4% provisional).

            En cuanto a las defunciones de residentes en la Comunidad de Madrid, se sigue observando el progresivo aumento en la edad media de defunción, que se sitúa para 2004 en 72,25 años para hombres y en 80,26 años para mujeres, lo que hace situar la esperanza de vida al nacimiento para 2003 en los 77,51 años para hombres y 84,36 años para mujeres. Dos de cada tres defunciones registradas durante 2004 correspondieron a personas mayores de 75 años. La tasa de mortalidad infantil vuelve a situarse por debajo del 4 por mil (3,81), y coyunturalmente baja un poco la tasa bruta de mortalidad para situarse en el 6,64 por mil.

            Como en años anteriores, los tumores y las enfermedades del sistema circulatorio acaparan casi el 29% de las defunciones cada una, es decir, casi tres de cada cinco defunciones tuvieron como motivo uno de estos dos tipos de enfermedad. Les siguen con un 13% de las causas las enfermedades del sistema respiratorio, y repartido de manera más residual el resto de las causas.

            Con estos resultados, el crecimiento natural observado durante 2004 es provisionalmente de 31.034 personas, más de 5 mil más que el año anterior, y que se equipara a los niveles de crecimiento natural de principio de los años ochenta.

            Respecto a los matrimonios de residentes en la Comunidad de Madrid, las cifras correspondientes a 2004 tienen un carácter de provisionalidad mayor que los nacimientos y las defunciones, debido al volumen de acontecimientos que ocurren en otras Comunidades Autónomas, de población residente en la Comunidad de Madrid. Con esta salvedad, observamos como sigue aumentando muy deprisa la edad media al matrimonio, tanto de hombres como de mujeres, situándose para 2004 en 32,8 años para esposos y 30,84 años para esposas, y en 31,43 años y 30,05 años respectivamente para los que acceden al matrimonio por primera vez (solteros). La diferencia entre el comportamiento del colectivo de extranjeros respecto al de españoles en cuanto a la edad al matrimonio no es muy significativo, puesto que en el caso de los esposos los nacionales se casan apenas un poco más de un año después que los esposos extranjeros (32,93 frente a 31,79 años), y en el caso de las esposas son las extranjeras las que más tarde se casan con 31,04 años de media frente a los 30,82 años de las españolas.

            Si atendemos a la nacionalidad de los contrayentes, con las cifras provisionales de 2004 se confirma la tendencia al aumento en los porcentajes de matrimonios en los que uno de los dos contrayentes es extranjero, un 4,93% de todos los matrimonios se celebró entre una española y un extranjero, y un 7,02% entre un español y una extranjera. También aumentó el peso de los matrimonios entre extranjeros, que sitúa en el 5,3% los matrimonios entre extranjeros de la misma nacionalidad, y un 1,22% los matrimonios entre contrayentes extranjeros de distinta nacionalidad. Por tanto, en tan solo diez años, el peso de los matrimonios entre españoles se ha reducido en diez puntos, del 91,54% en 1994 al 81,54% en 2004.