Este boletín incluye los acontecimientos ocurridos hasta el tercer trimestre de 2004 inclusive, y los resultados correspondientes a 2003 son ya definitivos. En los tres acontecimientos observados, nacimientos, defunciones y matrimonios, las grandes líneas de tendencia se mantienen de forma continuista respecto al boletín anterior, y consolidan la del cierre definitivo del año 2003 en el mismo sentido. A continuación se describen con un poco más de detalle lo más destacado por acontecimientos.

            El número de nacimientos de madres residentes en el último año, es decir, en el tercer trimestre de 2003 y los tres primeros trimestres de 2004, se estiman en 68.076 nacidos, lo que supondría un aumento en más de mil nacidos respecto a los definitivos de 2003, e incrementa provisionalmente la tasa bruta de natalidad al 11,73 por mil, diez centésimas por encima de la de 2003, la tasa general de fecundidad alcanza los 42,71 por mil (42,13 en 2003), y el índice sintético supera los 1,3303 nacidos por mujer, situación equivalente a la vivida a finales de los años ochenta.

            Las edades medias de las madres madrileñas al nacimiento de los hijos sigue retrasándose en esa evolución observada desde 1980, y que acumula desde entonces más de 3,5 años para el conjunto de los nacimientos, y casi cinco años para la llegada del primer hijo.

            La proporción de nacidos de madres extranjeras respecto al total de nacimientos, se sitúa para 2003 en el 18,69%, aunque la observación de los meses correspondientes a 2004 hace prever que seguirá aumentando esta proporción (con los acontecimientos registrados hasta septiembre la proporción se sitúa en el 19,73%). De esos nacimientos, casi el 60% pertenecen a madres de nacionalidad americana.

            Una evolución similar sigue la proporción de nacidos fuera del matrimonio, que en 2003 supera al 25% de los nacidos, y que los meses correspondientes a 2004  apuntan a un incremento de esta proporción.

            En cuanto a las defunciones de residentes en la Comunidad de Madrid, el número de fallecidos se elevó durante 2003 en 2.159 personas respecto a 2002 (5,5% más respecto al año anterior), contabilizándose 41.424 acontecimientos. Este aumento en el número de fallecidos hay que achacarlo al incremento de población y su estructura de edad, puesto que continúa el lento pero constante aumento de la edad media de los fallecidos, que ya supera los 72 años para los hombres y los 80 para las mujeres. La esperanza de vida al nacimiento supera los 77,5 años en hombres y los 84,5 años en mujeres, empujada entre otras razones, por una tasa de mortalidad infantil muy baja (4 por mil).

            El crecimiento natural, resultante de la diferencia entre los nacimientos y las defunciones, fue para 2003 de 25.620, y se estima en cerca de 28.000 para el último año incluido en el Boletín. El crecimiento natural que se está produciendo en nuestra Comunidad está muy lejos de lo ocurrido en los años setenta, que superaban fácilmente las sesenta mil personas anuales, pero suponen más del doble de lo observado en los noventa, que llegó a reducirse a poco más de diez mil personas.

            Respecto a los matrimonios de residentes en la Comunidad de Madrid, las cifras reflejan un estancamiento en el número de esposos y esposas respecto al año anterior, puesto que los esposos disminuyen en 2 y las esposas en 26, situándose en 29.321 y 28.840 respectivamente. En términos relativos, las tasas brutas de nupcialidad siguen reduciéndose por tercer año consecutivo, situándose para 2003 en el 5,17 por mil para matrimonios, 10,53 para esposos y 9,67 para esposas.

            La edad media al matrimonio sigue aumentando de manera ininterrumpida desde hace 24 años, hasta llegar a los 32,38 años para esposos y 30,45 años para esposas en 2003, lo que supone un retraso de más de dos años respecto a las edades medias de hace 10 años, y más de cuatros respecto a las de hace 20 años. En los matrimonios de solteros, la tendencia es la misma, aunque las edades medias son un poco más bajas, 31,14 años para los esposos, y 29,74 para las esposas.

            Entre el colectivo de extranjeros, no se aprecian grandes diferencias en las edades al matrimonio respecto a los españoles, puesto que no llega al año la diferencia en el caso de los esposos (31,5), e incluso superan la edad media de las españolas en el caso de las esposas (30,91). Para valorar esta cuestión, es necesario tener en cuenta que en dos de cada tres matrimonios en los que alguno de los cónyuges es extranjero, uno de los miembros de la pareja es español.