Durante el cuarto trimestre de 2000 la economía madrileña muestra un crecimiento de la actividad similar al registrado en el tercer trimestre, en el marco de un perfil de suave desaceleración.

Por el lado de la oferta existen indicios de ralentización en el crecimiento de la industria, mientras que los indicadores de la construcción señalan un escenario favorable en este trimestre, semejante al observado durante todo el año. La actividad en el sector servicios muestra una desaceleración de la actividad, amortiguada con respecto a su evolución en los trimestres precedentes.

Desde la perspectiva de la demanda, los indicadores disponibles apuntan a una desaceleración de la demanda interna, determinada por el menor pulso del componente de consumo, ya que la formación bruta de capital fijo, aunque también desacelerada respecto al trimestre anterior, sigue manteniendo un crecimiento vigoroso, tanto la relativa a la inversión productiva como a la construcción.

La demanda externa en la Comunidad de Madrid muestra en el cuarto trimestre un crecimiento de las exportaciones de un 25,1 por cien, mientras las importaciones han aumentado un 13,0 por cien, ambas en términos de variación interanual, lo que ha provocado una fuerte ralentización del crecimiento del saldo comercial deficitario, también en tasa interanual, que ha pasado del 19,5 por cien en el tercer trimestre al 7,3 por cien en el cuarto.

Por componentes, el incremento más importante de las exportaciones se ha producido en el de bienes de capital, cuya tasa de variación interanual ha pasado del 9,6 por cien en el tercer trimestre a un 36,1 por cien en el cuarto. Las exportaciones de bienes de consumo también han experimentado una aceleración importante, ya que han alcanzado en el último trimestre un 34,2 por cien, desde el 16,6 por cien registrado en el trimestre anterior.

En lo que concierne a las importaciones, las de bienes de capital mantienen un ritmo sostenido, aunque algo desacelerado en el cuarto trimestre, mientras que las de bienes de consumo han experimentado una fuerte desaceleración, como consecuencia de la menor presión de la demanda interna.

En resumen, el excelente comportamiento del sector exterior en este trimestre, ha contrarrestado probablemente la desaceleración observada de la demanda interna, permitiendo que la tasa de crecimiento del PIB regional alcance un valor muy próximo al del tercer trimestre.

Para el conjunto del año, y en función de los indicadores disponibles, se estima que la tasa de crecimiento de la economía madrileña se ha situado en el 4,4 por cien, tasa algo inferior a la alcanzada en 1999, y tres décimas superior a la registrada en España.

Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la evolución del mercado de trabajo en la Comunidad de Madrid durante el cuarto trimestre ha sido menos favorable que la registrada en el trimestre anterior, a causa del descenso del empleo y el incremento del número de parados, si bien el aumento de éste ha sido mayor que el descenso de aquél, debido al incremento de la población activa. La tasa interanual de incremento de la ocupación ha pasado del 4,6 por cien en el tercer trimestre al 3,8 por cien en el cuarto, y el descenso del paro se ha ralentizado significativamente en este trimestre.

De acuerdo con la misma fuente, el crecimiento de la ocupación durante el pasado año en la Comunidad de Madrid ha sido del 4,4 por cien (4,2 por cien en España), mientras el paro se ha reducido en un -10,6 por cien (-9,4 por cien en España).

El descenso del paro registrado en la Comunidad de Madrid, según los datos del INEM, ha sido del -7,6 por cien, casi dos puntos más que en el conjunto de España (-5,7 por cien)

Los datos de afiliación a la seguridad social son aún más positivos en la Comunidad de Madrid, ya que para el conjunto del año la tasa de crecimiento de la variable trabajadores en alta laboral de la seguridad social se ha situado en un 6,8 por cien, frente a un 4,9 por cien en España.

Los precios de consumo en el cuarto trimestre de 2000 han registrado un crecimiento del 4,0 por cien, debido principalmente a la evolución en los grupos de Transporte, Vivienda y Otros Gastos.

Durante el cuarto trimestre de 2000, según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral de España del INE, el Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española ha registrado un crecimiento interanual del 3,8 por cien, lo que ha contribuido a alcanzar un aumento del 4,1 por cien para el conjunto del año.

La tasa de crecimiento del cuarto trimestre, tres décimas inferior a la del trimestre anterior, confirma el perfil desacelerado por el que transcurre la economía española, aunque mantiene el notable ritmo de expansión que se aprecia desde 1998.

Del análisis del cuadro macroeconómico desde la óptica del gasto, se observa que la pérdida de impulso que experimenta el PIB obedece al menor dinamismo de la demanda interna, cuya aportación al crecimiento agregado se ha cifrado en 3,3 puntos en el trimestre de referencia frente a 3,8 puntos del período anterior. Esta contención en el ritmo de avance se ha visto parcialmente compensada por el sector exterior, cuya contribución ha sido positiva (0,5 puntos) y creciente.

El comportamiento menos expansivo de la demanda interna es debido, esencialmente, a la notable reducción del crecimiento del gasto en consumo final (2,8 por cien, siete décimas inferior al del tercer trimestre), así como al tono menos expansivo de la formación bruta de capital fijo, cuyo crecimiento se ha situado en un 4,4 por cien, frente al 5,3 por cien del período anterior.

Según las primeras estimaciones de Eurostat, el Producto Interior Bruto de la Zona-Euro y de la UE-15 ha crecido un 0,7 por cien durante el cuarto trimestre de 2000 respecto al trimestre anterior. La tasa de variación interanual del PIB aumentó un 3,0 por cien en la Zona Euro y un 2,9 por cien en la UE-15.

El crecimiento resultante para el año 2000 de la Zona Euro y la UE-15 ha sido de un 3,4 por cien y un 3,3 por cien respectivamente, lo que supone una fuerte subida en ambas zonas respecto a 1999, año en el que registraron un aumento idéntico del 2,5 por cien. A ello ha contribuido, principalmente, el dinamismo del comercio exterior. En términos porcentuales las exportaciones crecieron un 11,7 en la Zona-euro y un 10,9 en la UE-15 y las importaciones crecieron un 10,4 y un 10,0 respectivamente. Por el contrario, el consumo final de los hogares sufrió una ligera desaceleración comparado con el año 1999 (en términos porcentuales 2,6 en la Zona euro y 2,7 en la UE-15 en el 2000 frente al 2,8 y 3,1 alcanzado en 1999, respectivamente), así como las inversiones (4,6 por cien frente a 5,3 por cien, en ambas áreas).

El PIB de los Estados Unidos ha experimentado una desaceleración importante en el último trimestre del pasado año, en el que registró un incremento de tan sólo un 1,1 por cien, lo que ha situado el crecimiento para el conjunto del año en un 5,0 por cien. Este menor crecimiento se ha debido a la debilidad del consumo y de la inversión privada.